Al no haber recibido una formación extensa sobre cuestiones financieras, hay muchos conceptos y tecnicismos que solemos desconocer. Si es tu caso, no te preocupes, nuestra prioridad es ofrecerte los conocimientos necesarios para que puedas hacer tus gestiones bancarias sin preocupaciones y sacándole el máximo provecho a todas las opciones que están a tu alcance.
Uno de los trámites más frecuentes que se realizan en las entidades bancarias, son las concesiones de préstamos. Los créditos, en un inicio, parecen los mejores aliados, pero antes de solicitarlos es indispensable conocer de primera mano todos sus detalles y tipologías, ya que en función de nuestras necesidades nos interesará más una modalidad u otra.
Hoy desde Capital Privado MB venimos a presentar un concepto poco conocido: pignorar un préstamo. A continuación os explicaremos en qué consiste y las claves para saber cómo funciona.
Guía de Contenidos
¿En qué consiste pignorar un préstamo?
Pignorar es un verbo que se utiliza con poca frecuencia, pero en realidad podría emplear con mayor regularidad, puesto que tiene un significado muy simple: dejar en prenda. La prenda consiste en un contrato de garantía real que se lleva a cabo para avalar el cumplimiento de obligación y grava sobre bienes muebles.
Es decir, cuando se pignora un préstamo, el acreedor retiene el bien de naturaleza tangible, hasta que se complete el pago que ha contraído el prestatario. Esta fórmula se empezó a utilizar para que los bancos pudiesen recuperar el dinero en el caso de que se diera un impago por parte del cliente.
¿Cómo funciona la pignoración de un préstamo?
El sistema de pignoración, a nivel teórico, tiene muchas similitudes con la garantía en una hipoteca, pero en la práctica se diferencian en varios aspectos que debes conocer. La primera distinción es que cuando un bien es pignorado y, por tanto, pasa a estar en manos del prestamista, no puede ser utilizado ni vendido.
La segunda diferencia es que cuando se utiliza esta fórmula para responder por la devolución del préstamo se puede ofrecer como garantía de pago un amplio abanico de activos físicos o financieros. El único requisito es que tengan el mismo valor que el préstamo que se nos ha sido concedido.
Otro aspecto a destacar es que en el caso de que el bien pignorado genere algún tipo de interés, el dinero recaudado sería de la propiedad del cliente, puesto que formaría parte de la garantía.
¿Cuándo interesa pignorar un préstamo?
Pignorar puede ayudar a conseguir financiación tanto a una persona física como a una jurídica. Es muy útil, ya que ofrece garantías de pago reales que permiten tener tranquilidad en el caso de no poder saldar la deuda. Otra ventaja frente a la garantía de las hipotecas es que los costes son mucho menores. El único aspecto a tener en cuenta es que hay que sopesar con detenimiento qué bien se pignora, puesto que durante el tiempo de vida del préstamo quedará inhabilitado.