El TIN es el tipo de interés nominal que forma parte de cualquier préstamo, hipoteca o crédito, debido a que es el interés que cobra el banco en relación con el capital prestado. Se cobra en cada recibo que se paga por la operación concedida, y se suma a la cantidad que se está amortizando en cada uno de ellos.
Las entidades bancarias prestan el dinero con la intención de recuperar un total de dinero superior al que prestó, es por este motivo que el TIN es una condición a aceptar y a pagar si queremos que se nos conceda un préstamo.
En los casos en los cuales el cliente es el contratante de un depósito, y en consecuencia esté invirtiendo su capital, le corresponderá al banco informar del TIN que se le sumará a los intereses que percibe por el dinero invertido.
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¿Cómo se calcula?
El TIN no se puede calcular de por sí, debido a que es un dato desde el que se puede comenzar a hacer el cálculo del porcentaje total del capital prestado. Por tanto, para poder proceder al cálculo del importe que se sumará en las devoluciones, hay que valorar distintos factores:
- Se aplica únicamente sobre la cantidad total de dinero que la entidad bancaria ha prestado.
- Hace referencia a un plazo de tiempo concreto, determinado en el contrato firmado de la operación. Pese a que normalmente suele ser mensual o anual, puede ser diario o semanal.
- Existe una periodicidad de los pagos, que variarán en función del acuerdo que se haya pactado previamente entre el cliente y la entidad. Por lo tanto, se pagará una cantidad diferente por un TIN calculado a devolver en un solo pago anual que por el mismo calculado mensualmente.
¿Quién determina el TIN?
Las entidades financieras que ofrecen diferentes tipos de préstamos, son las encargadas de marcar el valor del TIN que van a aplicar en cada crédito. Para poder establecerlo sin que resulte abusivo para cada cliente y además sea rentable para la misma entidad, se valoran tres tipos de riesgos:
- Riesgo regulatorio
Las entidades financieras aprueban créditos con la intención de recolectar una cantidad superior a la prestada. Es por ello que, para poder hacer el cálculo del TIN que se va a aplicar, se hace un análisis de este tipo de riesgo, el cual se basa en la posibilidad de que se lleven a cabo cambios posibles legales que finalmente obliguen al banco a pagar más dinero del que tenían previsto en un inicio.
- Riesgo sistemático
Se valora la posibilidad de que el cliente no haga devolución del dinero en el periodo de tiempo que se ha pactado y actúan en consecuencia.
- Riesgo de la inflación
La cantidad de dinero con el paso del tiempo tiene menos valor, así que estudian la posible inflación para que finalmente con el paso del tiempo les siga resultando beneficioso prestar esa cantidad de dinero.
Ahora que sabes los detalles sobre el tipo de interés nominal puede que te resulte complicado diferenciarlo del TAE. Para que no te quede ninguna duda, vamos a explicarte brevemente las diferencias entre estas dos tipologías de interés a continuación:
¿Cuál es la diferencia entre TIN y TAE?
Como se ha mencionado anteriormente, el TIN es el precio que se paga por un crédito, el dinero que hay que pagar al banco por el dinero prestado. Por lo que, es un porcentaje específico del total prestado por una entidad bancaria para determinar los parámetros de una operación financiera como puede ser un préstamo hipotecario.
Por el contrario, el TAE de un préstamo está compuesto por muchas variables, entre las cuales está incluida el TIN y otras comisiones bancarias asociadas a una hipotética como la de cancelación o amortización. No obstante, no están incluidos los gastos de la operación, comisiones de apertura, adquisición del producto, vinculaciones o seguros.
Si quieres conocer más al respecto sobre cómo calcular los intereses de un préstamo, te recomendamos consultar este artículo.