El lease back se ha posicionado como una alternativa atractiva para las empresas que buscan liberar liquidez sin perder el uso de sus activos. En Capital Privado MB exploraremos en detalle qué es el lease back, cómo funciona y para qué sirve, lo que te permitirá comprender mejor esta herramienta financiera y cómo puede beneficiar a tu negocio.
Guía de Contenidos
¿Qué es el lease back?
El lease back es un tipo de operación financiera en la que una empresa vende uno o varios de sus activos, generalmente inmuebles, a una entidad financiera o inversor, y al mismo tiempo, celebra un contrato de arrendamiento sobre esos mismos activos. En otras palabras, la empresa sigue utilizando el bien vendido, pero ahora bajo la modalidad de arrendatario. De esta manera, la compañía obtiene liquidez inmediata sin perder el uso del activo que ha vendido, lo que le permite seguir operando con normalidad.
Origen y evolución del lease back
El concepto de lease back tiene sus raíces en los años 50, cuando empezó a ser utilizado principalmente en el sector inmobiliario. Con el tiempo, este esquema ha evolucionado y se ha extendido a otros sectores, como el industrial, donde las empresas pueden aplicar este modelo a bienes inmuebles y a maquinarias, vehículos y otros activos productivos. Su popularidad ha crecido significativamente debido a los múltiples beneficios que ofrece, especialmente en tiempos de incertidumbre económica, cuando las empresas buscan formas de obtener liquidez sin comprometer su capacidad operativa.
¿Cómo funciona el lease back?
El funcionamiento del lease back es bastante sencillo, pero implica una serie de pasos que es importante entender. En primer lugar, la empresa identifica un activo que está dispuesta a vender, por lo general un inmueble o equipo valioso que ya posee. Posteriormente, la entidad financiera o inversor interesado en adquirir ese activo realiza una valoración y, si ambas partes llegan a un acuerdo, se formaliza la venta. Inmediatamente después, se firma un contrato de arrendamiento sobre ese mismo bien, permitiendo que la empresa siga utilizándolo bajo las condiciones establecidas en el acuerdo.
Condiciones del contrato de arrendamiento
El contrato de arrendamiento en un lease back suele tener una duración de mediano a largo plazo, dependiendo del tipo de activo y las necesidades de la empresa. Además, el acuerdo incluye el pago de una renta periódica que la empresa debe abonar a la entidad financiera o inversor, lo que le permite seguir utilizando el bien. Este pago puede estar basado en tasas de mercado, pero también puede adaptarse a las particularidades del negocio y la situación financiera de la empresa. En algunos casos, el contrato puede incluir una opción de recompra, lo que significa que la empresa puede volver a adquirir el activo en el futuro por un precio previamente acordado o por el valor de mercado en ese momento.
¿Para qué sirve el lease back?
El lease back es una herramienta financiera útil en diversas situaciones, pero su principal función es obtener liquidez inmediata. Muchas empresas recurren a esta operación cuando necesitan inyectar capital en su negocio para financiar nuevos proyectos, cubrir gastos operativos o hacer frente a deudas sin comprometer su capacidad de utilizar sus activos productivos. Al vender el activo y arrendarlo nuevamente, la empresa puede generar flujo de caja sin perder el control operativo del bien.
Uso del lease back en empresas en crecimiento
Para las empresas en crecimiento, el lease back puede ser especialmente beneficioso. Imagina una compañía que ha adquirido un inmueble valioso y, tras años de operación exitosa, ha acumulado una cantidad significativa de patrimonio en ese activo. Sin embargo, necesita capital para expandirse, adquirir nueva tecnología o abrir una nueva sucursal. Vender el inmueble bajo un esquema de lease back le proporciona ese capital sin sacrificar la capacidad de seguir utilizando la propiedad para sus operaciones diarias. Esto es crucial para empresas que necesitan financiamiento, pero no quieren recurrir a préstamos tradicionales que podrían limitar su flexibilidad financiera.
Optimización de la estructura financiera
El lease back también puede ser una estrategia para optimizar la estructura financiera de una empresa. Al transformar un activo no líquido en efectivo, la empresa puede mejorar su balance general, reduciendo la carga de activos inmovilizados y generando capital de trabajo adicional. Esto le permite tener una mayor capacidad de respuesta ante oportunidades de inversión o emergencias financieras, sin incurrir en deudas adicionales. Además, al arrendar el activo en lugar de poseerlo, la empresa puede reducir algunos costes operativos y fiscales asociados con la propiedad directa de bienes.
Ventajas y desventajas del lease back
Aunque el lease back ofrece múltiples ventajas, también tiene algunas consideraciones que deben ser tomadas en cuenta. Una de las principales ventajas es la liberación inmediata de capital, lo que permite a las empresas mantener su flujo de caja y, al mismo tiempo, seguir utilizando el activo. Además, puede ser una alternativa más flexible que los préstamos bancarios tradicionales, ya que no aumenta el endeudamiento de la empresa.
Sin embargo, el lease back también tiene desventajas. A largo plazo, los pagos de arrendamiento pueden superar el valor que la empresa habría gastado manteniendo la propiedad del activo. Además, la empresa pierde el control total sobre el bien, y si el contrato no incluye una opción de recompra, podría perder permanentemente la oportunidad de recuperar la propiedad del activo.
El lease back es una opción financiera que puede proporcionar a las empresas la liquidez que necesitan sin comprometer su capacidad operativa. Aunque implica ceder la propiedad de un activo, ofrece una solución flexible para quienes buscan capitalizar sus bienes sin perder el acceso a ellos. Como toda decisión financiera, es importante que las empresas evalúen cuidadosamente las condiciones del acuerdo y consideren cómo este modelo se alinea con sus objetivos a largo plazo.